Patrocinado por PHPDocX

Síguenos en Twitter

Buscar en WikilleratO
   

Juan del Encina

De Wikillerato

Preceptista literario, poeta de Cancionero, músico y, sobre todo, "patriarca del teatro castellano" (1469-1530).

Tabla de contenidos

Datos biográficos

Se inicia su formación en la catedral de Salamanca como mozo de coro y, más tarde, capellán, en rivalidad con Lucas Fernández. Estando al servicio de don Gutierre de Toledo, hermano del duque Alba, cursa estudios en la Universidad, donde se gradúa como bachiller en leyes y se ordena de menores. Parece que esta relación le abre las puertas de la corte ducal de Alba. En ese ambiente, escribe poemas festivos, hace gala de sus dotes musicales y compone y representa sus primeras Églogas. No antes de 1499 parte para Roma, donde es acogido en el séquito de varios Papas. Antes de su regreso a España, en 1521, realiza un peregrinaje a Tierra Santa, del que ha dejado testimonio en una obra semiautobiográfica, escrita en versos de arte mayor, el Viaje a Jerusalem.

Producción literaria

Casi toda se nos ha transmitido a través de su Cancionero, en el que se reúne:

  1. un tratado sobre métrica (Arte de poesía castellana);
  2. una traducción libérrima de las Bucólicas de Virgilio;
  3. dos composiciones alegóricas, plagadas de erudición medieval (Triunfo de fama y Triunfo de amor);
  4. una serie de poemas satírico-jocosos;
  5. otra de asunto religioso;
  6. bastantes poemas de circunstancias, dentro del código del amor cortés;
  7. ocho piezas teatrales, que en las diferentes ediciones aumentan hasta doce.

Publicadas en pliego suelto, nos han llegado la Égloga de Cristino y Febea y la Égloga de Plácida y Vitoriano.

Obra dramática

Se pueden distinguir dos etapas en la evolución de su teatro:

  1. La primera está constituida por cinco piezas religiosas y otras tantas profanas. En ellas, Encina actualiza las tradicionales representaciones sagradas, trasplantándolas a un medio cortesano, o experimenta con otras festividades (el carnaval) y con otras formas literarias (así, por ejemplo, la Égloga representada en requesta de unos amores y la Égloga de Mingo, Gil y Pascuala vienen a ser pastorelas dramatizadas).
  2. La segunda etapa comprende las tres piezas publicadas después de 1507; esto es, la Égloga de Fileno, Zambardo y Cardonio, la Égloga de Cristino y Febea, y la Égloga de Plácida y Vitoriano. Como en obras anteriores, el tema de todas ellas es el tópico de la omnipresencia del amor, pero ahora enmarcado en el contexto de la bucólica renacentista y resuelto de diferentes maneras: triunfo del amor erótico sobre la vida ascética en la Égloga de Cristino..., la trágica desesperación, y posterior suicidio, del amante no correspondido en la Égloga de Fileno, Zambardo y Cardonio y, finalmente, la redención del infortunio amoroso y de la propia muerte, merced a la intervención de Venus y Mercurio, con que se cierra la Égloga de Plácida y Vitoriano.
    1. La Égloga de Cristino y Febea se compone de 631 versos y cuenta cómo un pastor quiere dexar este mundo y sus vanidades por servir a Dios. Cuando Amor se entera de sus intenciones, le envía a la ninfa Febea para que lo seduzca y abandone su vida de ermitaño, como así ocurre. Podrían encontrarse algunos puntos de contacto con el Diálogo entre el Amor y un viejo de Rodrigo Cota.
    2. En la Égloga de Fileno, Zambardo y Cardonio, Fileno, preso de amor d´una muger llamada Zefira, que no le corresponde, cuenta sus cuitas a los pastores Zambardo y Cardonio. Viendo que sus males no tienen remedio, el protagonista se suicida. En el texto se incluye un pequeño debate sobre la mujer (vv. 297-416).
    3. La Égloga de Plácida y Vitoriano supone la culminación del arte dramático de Encina, pues es con mucho la más extensa, la de construcción más compleja y la que presenta un cuadro de personajes mucho más rico y variado: junto a los pastores cortesanos (Plácida, Vitoriano y Suplicio) aparecen los pastores rústicos (Gil y Pascual), el mundo urbano-prostibulario con una concepción naturalista del amor representado por Fulgencia y Eritrea (vv. 649-776) y dos figuras mitológicas (Venus y Mercurio), encargadas de proporcionar a la obra un final feliz. El argumento es el siguiente: Égloga trobada por Juan del Enzina, en la qual se introduzen dos enamorados, llamada ella Plácida y él Vitoriano. Los quales, amándose igualmente de verdaderos amores, aviendo entre sí cierta discordia, como suele acontescer, Vitoriano se va y dexa a su amiga Plácida, jurando de nunca más la ver. Plácida, creyendo que Vitoriano assí lo haría y no quebrantaría sus juramentos, ella, como desesperada, se va por los montes con determinación de dar fin a su vida penosa. Vitoriano, queriendo poner en obra su propósito, tanto se le faze grave que, no hallando medio para ello, acuerda de buscar con quién aconsejarse y, entre otros amigos suyos, escoje a Suplicio; el qual, después de ser informado de todo el caso, le aconseja que procure de olvidar a Plácida, para lo qual le da por medio que tome otros nuevos amores, dándole muchas razones de enxemplos por donde le atrahe a rescebir y provar su parescer. El qual assí tomando, Vitoriano finge pendencia de nuevos amores con una señora llamada Flugencia, la qual assimismo le responde fingidamente. Vitoriano, descontento de tal manera de negociación, cresciéndole cada hora el desseo de Plácida y acrescentándosele el cuidado de verse desacordado della, determina de bolver a buscalla; y no la hallando, informado de ciertos pastores de su penoso camino y lastimeras palabras que iva diziendo, él y Suplicio se dan a buscalla. Y a cabo de largo espacio de tiempo, la van a hallar a par de una fuente, muerta de una cruel herida por su misma mano dada con un puñal que Vitoriano por olvido dexó en su poder al tiempo que della se partió, partiendo tan desesperado. E lastimado de tan gran desastre, con el mismo puñal procuró de darse la muerte, lo qual no podiendo hazer por el estorvo de Suplicio, su amigo; entrambos acuerdan de enterrar el cuerpo de Plácida. Y porque para ello no tienen el aparejo necessario, Suplicio va a buscar algunos pastores para que les ayuden y dexando solo a Vitoriano, el enamorado de la muerta, con ella solo, tomándole primero la fe de no hazer ningún desconcierto de su persona. Vitoriano, viéndose solo, después de haver rezado una vigilia sobre el cuerpo desta señora Plácida, determina de matarse, quebrantando la fe por él dada a su amigo Suplicio. Y estando ya a punto de meterse un cuchillo por los pechos, Venus le aparesció y le detiene que no desespere, reprehendiéndole su propósito y mostrándole su locura, cómo todo lo passado aya seído permissión suya y de su hijo Cupido para experimentar su fe. La qual le promete de resuscitar a Plácida y, poniéndolo luego en efecto, invoca a Mercurio que venga del cielo, el qual la resuscita y la buelve a esta vida como de antes era, por donde los amores entre estos dos amantes quedan reintegrados y confirmados por muy verdaderos.

Enlaces externos

  1. Páginas dedicadas a nuestro autor: [1], [2], [3], [4], entre otras muchas.
  2. Cancionero de Juan del Encina (edición facsímil).
  3. Obras teatrales:
    1. Aucto del repelón.
    2. Égloga de Cristino y Febea.
    3. Égloga de Fileno, Zambardo y Cardonio.
    4. Égloga de las grandes lluvias.
    5. Égloga de Mingo, Gil y Pascuala.
    6. Égloga de Plácida y Vitoriano.
    7. Égloga representada en la mesma noche de Navidad.
    8. Égloga representada en la noche de la Natividad.
    9. Égloga representada en la noche postrera de Carnal.
    10. Égloga representada en requesta de unos amores.
    11. Égloga representada la mesma noche de Antruejo.
    12. Representación a la santíssima Resurrección de Cristo.
    13. Representación de la Passión y muerte de Nuestro Redentor.
    14. Representación sobre el poder del Amor.


Volver a El teatro medieval

   
 
ASIGNATURAS
MatemáticasFísicaQuímicaBiologíaDibujoHistoriaLengua y LiteraturaHistoria del ArteFilosofía
Creative Commons License
Los contenidos de Wikillerato están disponibles bajo una licencia de Creative Commons.
Pueden utilizarse y redistribuirse libremente siempre que se reconozca su procedencia.