Juan Valera
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Juan Valera y Alcalá Galiano (1824-1905) nació en Cabra (Córdoba).
En 1847 entró en el servicio diplomático, en el que consiguió el rango de embajador. Hasta que se retiró en 1896, estuvo frecuentemente en el extranjero.
Sus ausencias de Madrid, sin embargo, no impidieron que colaborara en los periódicos y diarios más importantes, con una vasta serie de artículos que posteriormente fueron recogidos en libros como Estudios críticos sobre literatura, política y costumbres de nuestros días (1864), Disertaciones y juicios literarios (1878), Nuevos estudios críticos (1888), etc. La importancia de estas obras está en que constituyen una incomparable fuente de información y guía de primera mano sobre personalidades, movimientos y corrientes de pensamiento y de gusto de la segunda mitad del siglo XIX.
Aunque su obra creativa se compone de poemas, teatro y algunos cuentos, es en la novela donde destaca.
Su teoría literaria se resume en tres principios:
- Completa independencia del arte de toda consideración de verdad o utilidad; es decir, el arte no tiene otro fin fuera de sí mismo.
- Exclusión en lo posible de la obra de arte todo lo feo, molesto o triste. Sostenía que el fin primordial del arte no es investigar e interpretar la experiencia humana ni ejercer una influencia social, sino deleitar.
- Rechazo de la literatura de tesis.
Cronológicamente, la producción novelística de Valera se divide en dos grupos separados por un intervalo de dieciséis años, durante el cual el autor, muy ocupado con su carrera diplomática, escribió sólo crítica y unas pocas narraciones cortas:
- Primer período:
- Pepita Jiménez (1874),
- Las ilusiones del doctor Faustino (1875),
- El comendador Mendoza (1876),
- Pasarse de listo (1877),
- Doña Luz (1879).
- Segundo período:
- Juanita la larga (1895),
- Genio y figura (1897),
- Morsamor (1899).
En Pepita Jiménez (1874) se describe la gradual conversión de un joven seminarista que cambia su ingenuo fervor religioso por el amor de la protagonista, aun cuando deba rivalizar con su padre. El tema, por lo tanto, es la afirmación rotunda de la vida y el amor contra el misticismo. La historia se desenvuelve en dos rápidas fases. La primera está compuesta por las cartas del seminarista Luis; en la segunda, se nos presenta a Pepita directamente.
En El comendador Mendoza (1876) se desarrolla de nuevo los temas del amor de un viejo por una joven (el comendador y Lucía) y del conflicto entre amor y religión. Aunque la obra se inicia con brillantez, a medida que avanza la intriga su inverosimilitud se hace cada vez más evidente.
A los setenta años Valera volvió a la novela, después de una larga ausencia, con su último texto importante, Juanita la larga (1895), en la que quizá logra, más que ninguna otra, su ideal de narración pura, sin referencia a conflictos o problemas contemporáneos. Reaparece el tema del amor entre un viejo y una joven, que ahora se hace central y concluye felizmente. Abundan (algo inhabitual en Valera) las descripciones costumbristas, que se integran plenamente en el conflicto principal.
Algunos caracteres de la novelística de Valera:
- El autor explica de modo exhaustivo y con verdadera penetración a qué se deben las reacciones de sus personajes, algo inédito en los novelistas anteriores.
- Casi todas sus novelas son de amor.
- Papel fundamental que en ellas tiene la mujer.
- Escasez de descripciones externas (paisajes, espacios, ropas), que también lo diferencia de sus contemporáneos.
- Sus personajes no necesitan al narrador omnisciente (una característica de la novela realista) porque se explican a sí mismos (mediante auto-análisis) o de forma recíproca.
- En todas sus novelas alguien cree ser lo que no es y vive conforme a esa realidad falsa. Esto normalmente conduce al fracaso final, aunque no siempre es así.
- Importancia de los diálogos, si bien no se ajustan a la norma realista de que los personajes utilicen un habla propia según su condición social o cultural.
Enlaces externos:
- Página de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes dedicada al autor.
- Obras en Proyecto Gutenberg.
- Obras en Wikisource.
- Armando Palacio Valdés. Los oradores del Ateneo. Don Juan Valera.
- María de la Concepción Piñero Valverde. Cenas da Vida Carioca nas Cartas de Juan Valera.
- María Remedios Sánchez García. Las ideas de don Juan Valera sobre la lengua castellana y su posible vigencia: a propósito de Meditaciones utópicas sobre la educación humana.
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