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La pintura realista

De Wikillerato

El término“realismo“ resulta bastante impreciso. Ya los pintores flamencos del siglo XV y los barrocos habían querido representar la realidad. En el año 1846 Baudelaire pidió a los pintores que expresaran el “heroísmo de la vida moderna“, queriendo decir que debían hacer un arte objetivo, basado en su propia experiencia y en la vida real que les rodeaba, especialmente de las clases populares.

La pintura realista no introdujo grandes novedades en técnicas. Se revalorizaron los grandes maestros naturalistas del Barroco, especialmente los españoles e italianos. Su mayor innovación fue en los temas: el mundo del trabajo de los obreros y campesinos. La aparición de la fotografía en 1839 influyó poderosamente en el arte, haciendo ver de otra manera la realidad.

Francia

Este país fue la cuna del movimiento realista.

El estudio del pintor, Gustave Courbet
El estudio del pintor, Gustave Courbet

Gustave Courbet (1819-1877) fue el pintor más importante y característico del Realismo. Inconformista en su vida y en su obra, de ideas socialistas participó activamente en la Comuna de París de 1871 , siendo nombrado jefe del Comité de las Artes. Encarcelado y multado cuando cayó la Comuna huyó a Suiza.

Voluntarioso, orgulloso, seguro de sí, Courbet no aceptaba la crítica. Quería ser objetivo, hacer un arte científico, libre de prejuicios. Creía que sólo debía pintar lo que podía experimentar con los sentidos, lo que veía. Por eso su ojo es como el de un fotógrafo. Su pintura no era indiferente a los problemas de la sociedad, sino que era comprometida. Pintó en toda su crudeza la miseria de la condición humana. Sus grandes telas de temas sociales resultaban escandalosas para los burgueses que las consideraban vulgares y feas.

Courbet fue un revolucionario más por los temas que trataba que por sus técnicas. Se inspiraba en los grandes maestros barrocos, especialmente Caravaggio, Zurbarán y Velázquez. Se distingue por su gusto por el claroscuro, por el dominio de los colores negros y pardos, abetunados (sus obras más tardías muestran mayor riqueza de colorido) y por sus anchas pinceladas espesas e irregulares, con ricos y gruesos empastes que aplicaba con la espátula.

Su producción fue enorme y variada. En 1850 expuso en el Salón “Los picapedreros”, la primera obra realista, y “Entierro en Ornans”, que suscitaron una fuerte crítica. La Exposición Universal de 1855 rechazó sus mejores telas y decidió montar un Pabellón privado, cuyo catálogo contenía el Manifiesto del Realismo. Entre las obras que expuso estaba su cuadro más famoso, “El estudio del pintor o Alegoría real “. En esta enorme tela Courbet se autorretrata en el centro, como artista -héroe, pintando un paisaje; junto a él aparece la modelo desnuda – que simboliza la verdad - y un niño - la inocencia -. En la parte derecha coloca a sus amigos que simbolizan diversos aspectos del arte y en la parte izquierda pinta la sociedad, en una serie de tipos (un cazador, una mendiga, un cura, etc.). También pintó varios autorretratos, como “Bonjour, monsieur Courbet”, paisajes, marinas, animales, cuadros de mujeres (“Señoritas al borde del Sena”) y bellos y sensuales desnudos (“El sueño”). Courbet tuvo una gran influencia en los pintores impresionistas, ya que enseñó a apreciar la pintura en sí misma.


El Angelus, Jean-François Millet
El Angelus, Jean-François Millet

Jean-François Millet (1814-1875) fue el pintor del mundo rural. En dos obras magistrales, “El Angelus” y “Las espigadoras”, describe con exactitud y crudeza el trabajo de los campesinos, que vivían con gran pobreza y eran analfabetos.

El realismo de Millet está impregnado de poesía, melancolía y tristeza. Envuelve a sus figuras, simplificados sus volúmenes por el dibujo, en una atmósfera neblinosa, con magníficos estudios de luz, para explicar la unión armoniosa del hombre con la naturaleza. Al final de su vida pintó paisajes puros.

Honoré Daumier (1808-1889) fue un genial caricaturista político, que satirizaba en sus litografías para los semanarios parisinos a la sociedad burguesa y al rey Luis Felipe ; por ello estuvo encarcelado seis meses. Sus obras - “El vagón de tercera“, “El motín“ y “La lavandera” - no gustaban ni por sus temas, sacados de la vida cotidiana sórdida de los humildes habitantes de la ciudad industrial, ni por su técnica, que parecía tosca e inacabada por la libertad de pincelada y la expresividad de su línea vigorosa.

La feria de caballos, Rosa Bonheur
La feria de caballos, Rosa Bonheur

Rosa Bonheur (1822-1899) fue la artista femenina más famosa de su época. Independiente y pintoresca (fumaba cigarrillos y vestía pantalones) es una de las mejores pintoras de animales de toda la historia. Uno de sus cuadros más conocidos y admirados es “La feria de caballos”. Fue muy apreciada por los críticos por negarse a pintar temas considerados “femeninos” (flores a la acuarela, niños, escenas hogareñas, retratos...) que difundían los ideales de la clase media.

Por último, debemos citar a los pintores paisajistas franceses:

Juan B. Corot (1796-1875) fue un pintor independiente que viajó por toda Francia e Italia pintando paisajes que copiaba del natural, a plein air. Reproducía la realidad sin idealizar pero civilizada y serena, muy clásica, con composiciones sencillas y variadas tonalidades (verdes, ocres, grises, etc.). Quería captar la atmósfera. La luz era la protagonista de sus cuadros; le gustaba representar un mismo tema con diversa luminosidad, como en sus interpretaciones de “La catedral de Chartres“. Corot fue un claro antecesor del Impresionismo.

Los paisajistas de la llamada Escuela de Barbizon (pueblo cercano al bosque de Fontainebleau) pintaron evocadores paisajes boscosos en los que la luz, matizada por las sombras, era fundamental. Pintaban al aire libre pero sus telas las terminaban en el taller. El líder del grupo fue Théodore Rousseau (1812-1867). Le encantaban los árboles (robles) y las tonalidades verdes. Su mejor discípulo fue Jules Dupré.

Inglaterra: Los pintores Prerrafaelistas, un caso aparte

Ecce Ancilla Domini, Dante Gabriel Rossetti
Ecce Ancilla Domini, Dante Gabriel Rossetti

Esta tendencia nació en 1848 cuando un grupo de pintores muy jóvenes y dotados, como Holman Hunt, Everett Millais y Dante G. Rossetti formaron una Confraternidad de pintores, Pre-Raphaelite Brotherhood (Hermandad de los Prerrafaelistas). Firmaban bajo las siglas P.R.B. sin nombre individual.

Se rebelaron contra el arte oficial y criticaron la pintura de Rafael, por considerarla falta de sinceridad en contraste con la espiritualidad de los maestros italianos del Quattrocento, a los que admiraban. Influidos por los Nazarenos alemanes, los prerrafaelistas son una mezcla de medievalismo y de realismo. Deseaban llevar una vida sencilla y hacer un arte serio, de verdadero carácter moral además de estético. Representan una nueva religiosidad con un acusado carácter místico y poético, como reacción a la prosaica y puritana sociedad burguesa de Inglaterra. Su tendencia “católica”, así como su gusto por los temas religiosos, a los que interpretaban con gran libertad, les atrajo ataques de muchos sectores sociales. El crítico y literato John Ruskin los defendió en su obra “Pintores modernos“.

El más célebre del grupo fue Dante Gabriel Rossetti (1828-1882), poeta, pintor y buen dibujante. De padre italiano, criado en un ambiente culto, expresaba en sus elegantes cuadros su temperamento melancólico y morboso. Sus obras más conocidas son “Ecce Ancilla Domini”- interpretación muy personal del tema de la Anunciación, tomando a su hermana Cristina, poetisa, como modelo-, “Beata Beatriz” y “El sueño de Dante”, en las que aparece su mujer Elizabeth Siddal, la modelo del grupo.

John Everett Millais (1829-1896), poseía una técnica minuciosa y detallista. Su tela más famosa es “Ofelia muerta”. Terminó modificando su estilo para adaptarse a los gustos del público, seguido por otros miembros del grupo. Sólo William Holman Hunt (1827-1910) líder del grupo, permaneció fiel a sus postulados.

Ford Madox Brown (1821-1893) en su lienzo “El trabajo” da una visión idealizada del tema, de técnica casi hiperrealista.

Edward Burne-Jones (1833-1898) cultivó temas medievales sacados de las leyendas celtas y artúricas, donde despliega unos personajes de mórbida belleza alargada y elegante, al estilo de Botticelli (“El rey Cofetua y la mendiga“).

Los prerrafaelistas estuvieron conectados al movimiento de William Morris (Arts and Crafts) para cuya firma diseñaron telas, papeles pintados, vidrieras, tapices etc.

España

El testamento de Isabel la Católica, Eduardo Rosales
El testamento de Isabel la Católica, Eduardo Rosales

El Realismo más crudo apenas tuvo desarrollo en nuestro país, debido al retraso de la Revolución Industrial y al aislamiento relativo del mundo artístico español. Ramón Martí Alsina (1826-1894) fue el pintor que, siguiendo a Courbet, mejor reflejó en sus obras la situación de la clase obrera barcelonesa, además de escenas cotidianas y paisajes.

Carlos de Haes (1829-1898), de origen belga, fue un extraordinario paisajista, que realizaba sus bocetos al natural y pintaba en taller. Es famoso su cuadro “Picos de Europa” El pintor más célebre fue Mariano Fortuny (1838-1874) con sus cuadros costumbristas y exóticos norte-africanos, realizados con gran vivacidad y de forma fácil y preciosista. Es muy conocido su cuadrito “La vicaría”.

El género más popular fue la pintura de historia, que con gran verosimilitud y detallismo reconstruía el pasado. Destacaron los pintores Antonio Gisbert (1834-1902) con “El fusilamiento de Torrijos” y Eduardo Rosales (1836-1873), muy dotado, con su célebre “El testamento de Isabel la Católica”.

   
 
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