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La palabra

De Wikillerato

Procesos de formación de palabras

La palabra, en su origen, es la expresión de una idea. Esa es la definición más tradicional, pero a su vez, se compone de fonemas, que son unidades lingüísticas que carecen de significado. Los fonemas, debidamente combinados, forman otra unidades lingüísticas llamadas monemas, que sí están dotadas de significado, pero no son autónomas, es decir, pertenecen a unidades lingüísticas de mayor entidad.

Los monemas se pueden clasificar en lexemas y morfemas.

  • Lexemas: aquellos que tienen contenido léxico y son autónomos. Forman parte siempre de los sustantivos, adjetivos, verbos y adverbios.
  • Morfemas: aquellos que poseen significación gramatical. Pueden aparecer fundidos con otra unidad, como los prefijos, sufijos, desinencias verbales o morfemas verbales flexivos (terminaciones de los verbos) o bien pueden ser independientes como los determinantes («el», «la», «los», «las», «este», «mío», «vuestro»...) preposiciones («a», «ante», «bajo», «cabe», etc.) y conjunciones («y», «e», «por tanto», «luego», «pues», etc.)

Con esto podemos definir la palabra como aquella unidad del lenguaje formada por uno o más monemas con significado gramatical o léxico y que es autónoma, es decir, en la escritura aparece entre dos espacios en blanco.

Hay distintos procesos con los que una lengua aumenta su vocabulario formando palabras. Se parte en primer lugar de las llamadas palabras simples o primitivas, que son aquellas que no provienen de ninguna otra, como por ejemplo:«pan», «mar», «sal», «avión»…

A partir de aquí, tenemos las palabras compuestas, que son aquellas formadas por dos o más lexemas o raíces, como por ejemplo:

  • sacacorchos
Lexema: saca-
Lexema: -corchos
  • matasuegras
Lexema: mata-
Lexema: -suegras

Palabras derivadas son aquellas que se forman mediante la unión al lexema de uno o varios morfemas, que suelen ser prefijos o sufijos, por ej.

  • afilador
Lexema: Afil-
Vocal temàtica: -a
Morfema sufijo: -dor (que me indica profesión, en este caso)
  • submarino
Morfema prefijo: sub_ (“debajo de..)
Lexema: mar-
Morfema sufijo: -ino (cualidad)
  • destornillador
Prefijo: des- (privativo)
Lexema: tornill-
Vocal temática: a-
Sufijo: -dor (objeto)

Palabras parasintéticas son aquellas donde en algunos de los elementos que las componen no existen como tales en el idioma, es decir, hay un aparente prefijo, o sufijo o lexema, apariencia, mas no realidad, lo que existe es una combinación artificiosa para que la palabra exista como tal, por ejemplo:

  • encartar: no existe como lexema ni «encart» ni «cartar». Evidentemente, existe la terminación o desinencia verbal «-ar», que marca el infinitivo de la primera conjugación. Esta palabra es pues, parasintética.
  • pordiosero: Ni existe «pordios» ni «diosero», como posibles lexemas, aunque sí existe el sufijo «ero». También esta palabra es parasintética.

Hay también palabras que a la par que compuestas son derivadas: a los dos o más lexemas se les unen prefijos o sufijos, como por ejemplo motociclista o picapedrero:

  • motociclista
Lex- moto-
Lex: cicl-
Sufijo: -ista (profesión)
  • picapedrero
Lex.: pic-
Vocal temàtica. –a
Lex: pedr-
Sufijo: -ero (profesión u oficio)

Otro proceso de formación de palabras es la acronimia, que consiste en la creación de palabras juntando letras o sílabas de otras a su vez. Son los llamados acrónimos, p. ej.:

  • TALGO: Tren Articulado Ligero Goicochea-Oriol
  • ONCE: Organización Nacional de Ciegos de España
  • RENFE: REd Nacional de Ferrocarriles Españoles

Préstamos léxicos

Otra manera de enriquecer el idioma es adoptando palabras de otras lenguas. El vocablo que un idioma incorpora de otro se denomina préstamo léxico. Todas las lenguas se enriquecen por este procedimiento.

Según su origen las clasificamos en:

  1. Cultismos: mantienen intacta o casi intacta su proveniencia latina o griega: «patología», «fructífero», «hipódromo», «eclesiástico».
  2. Germanismos: del alemán («búnquer», «espía»)
  3. Arabismos: del árabe («alcabala», «Guadalquivir», «alquimia»)
  4. Galicismos. Del francès, Francia en época de Julio César se llamaba la Galia («garaje», «coraje»)
  5. Lusismos: del portugués («biombo», «caramelo»)
  6. Americanismos: («flux», «patata», «chocolate», «cambur»)
  7. Catalanismos: del catalán («esquirol», «forastero»)
  8. Galleguismos: del gallego («orballo», «chubasco»)
  9. Vasquismos: del vasco («boina», «pizarra», «cencerro»)

Si los préstamos son recientes, entonces se llaman neologismos: También se reserva este término para aquellas palabras que son de nueva creación en una lengua («tronco», «tío», «pasota», «bocata»…) que han recibido un significado distinto.

Los préstamos extranjeros pueden presentarse bajo la forma de clacos o traducciones (honeymoon=luna de miel; weekend= fin de semana). Los xenismos, otra variante de este tipo de préstamos, suelen mantener su presentación original, como «croissant», «boutique», «sándwich», etc.

   
 
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