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El cine mexicano

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El Cine Mexicano es el cine propio de México, desarrollado desde 1896, es uno de los más desarrollados de Latinoamérica junto a los de Brasil y Argentina. La primera película mexicana fue "El Presidente de la República Paseando a Caballo en el Bosque de Chapultepec" (1896) y la primera película sonora fue Santa (1931), de Antonio Moreno utilizando un sistema sonoro inventado por el ingeniero mexicano Joselito Rodríguez y basada en la novela del escritor, también mexicano, Federico Gamboa.

De 1941 a 1945 aproximadamente, el cine mexicano conoció la que después fue llamada "Época de Oro". En 1941 surgieron varias compañías productoras, como Filmex, Films Mundiales, Posa Films, Rodríguez Hermanos y la asociación de Bustillo Oro y Grovas. Este ambiente cultural favoreció el surgimiento de una nueva generación de directores, entre los que destacaron Emilio "el Indio" Fernández y Fernando de Fuentes. Los actores de esa época son, hasta la fecha, clásicos del cine mexicano.

Las películas de tema ranchero eran protagonizadas principalmente por Jorge Negrete, llamado también "El Charro Cantor", Pedro Infante, Pedro Arrnendáriz, Luis Aguilar y Tito Guízar; y en los papeles femeninos, por Sofía Álvarez, Marga López, María Félix, Dolores del Río, Rosita Quintana, Miroslava, Flor Silvestre y Lilia Prado.

En las películas cómicas y en las musicales se lucían actores como Cantinflas, Tin Tán, Palillo, Joaquín Pardavé, Silvia Pinal, Amalia Aguilar, Rosina Pagán y Nelly Montiel.

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En 1976, el presidente José López Portillo nombró a su hermana Margarita como Directora de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC). La labor de ésta al frente del destino de los medios de comunicación en México fue completamente desastrosa.

Con la idea de "propiciar un retorno al cine familiar" y "regresar a la época de oro", la administración de López Portillo desmanteló las estructuras de la industria cinematográfica estatal creadas un sexenio antes. Se trató de internacionalizar al cine mexicano trayendo a directores extranjeros a filmar a nuestro país. Se dejó de apoyar a los directores que habían producido filmes de éxito en el sexenio anterior. A final de cuentas, el presupuesto oficial para el cine mexicano desapareció en el mar de la deuda externa.

Mientras tanto, aprovechando un cambio favorable en las políticas de exhibición, surgió una nueva industria cinematográfica privada, la cual en pocos años se adueñó del mercado mexicano. Esta industria -caracterizada por producir películas de bajo costo, en muy poco tiempo y con nula calidad- prosperó y se enriqueció a lo largo de la década de los ochentas.

Bellas de noche (1974) y Las ficheras (1976), ambas dirigidas por Miguel M. Delgado, iniciaron la corriente del cine de ficheras, cabaret y albures. A diferencia de sus antecesoras, las rumberas, estas nuevas "damas de la noche" aprovecharon las facilidades otorgadas por las autoridades fílmicas para prodigar desnudos y palabrotas.

La televisión privada también hizo su aparición en la industria del cine en México. El chanfle (1978), Milagro en el circo (1978), La ilegal (1979) y Nora la rebelde (1979) fueron los primeros intentos de Televisa por abarcar una nueva faceta en su creciente monopolio de los medios de comunicación en nuestro país.

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