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La Europa romántica

De Wikillerato

El Temerario, obra pictórica del Romanticismo
El Temerario, obra pictórica del Romanticismo

El Romanticismo es el movimiento cultural propio de la Europa de la primera mitad del siglo XIX. Originado en Inglaterra y Alemania a fines del siglo XVIII, se extendió después por otros países europeos tras los cambios políticos e ideológicos debidos a la Revolución Francesa y las guerras napoleónicas, así como por las transformaciones económico-sociales que trajo consigo la Revolución Industrial.

Se han dado muchas definiciones acerca de qué es el Romanticismo, a veces contradictorias. Esta confusión se debe a la gran diversidad y variedad de manifestaciones y significados en los distintos países. El vocablo «romántico» fue utilizado por primera vez en la Inglaterra del siglo XVII; más tarde el alemán Schlegel lo usó para nombrar un estado de espíritu.

El movimiento romántico supuso un cambio profundo en la sensibilidad y el gusto europeos. Sus raíces se hallan en el siglo XVIII, al igual que el Neoclasicismo.

Ambas corrientes, a menudo entrelazadas, se inspiran en las ideas de la Ilustración pero son en realidad muy distintas. El Romanticismo se considera opuesto al Clasicismo y al Racionalismo, dándole importancia al sentimiento.


Tabla de contenidos

Características

El Romanticismo es más una ideología y actitud de pensamiento y vida que un estilo. Su característica fundamental es la ruptura con el Neoclasicismo, lo que se manifiesta en el predominio de la intuición y los sentimientos frente al de la razón. También se caracteriza por el amor a la libertad, la exaltación del individuo, la defensa de los sentimientos y el amor a la naturaleza y a lo popular.

Al racionalismo del Neoclasicismo y su defensa de los valores universales y eternos, el Romanticismo opone la exaltación de lo subjetivo. Enamorado de la soledad y del ensueño, el artista romántico afirma su individualidad, su «genio», su deseo de libertad. Es el «triunfo del Yo». La imaginación, que permite conectar con lo infinito y misterioso del cosmos, y la sensibilidad sustituyen a la razón.

Frente al idealismo clásico y su deseo de «Belleza armoniosa», el romántico propone su gusto por lo pintoresco, su necesidad de lo grotesco y su búsqueda de lo sublime. Se siente atraído hacia un ideal inefable que no puede alcanzar, lo que es causa de su frustración.

Esa insatisfacción le lleva a la búsqueda de otra realidad, a la evasión hacia mundos diferentes. Mientras el clásico ama la Antigüedad, el artista romántico se vuelve hacia el pasado de la Edad Media y el exotismo de Oriente. Siente pasión por la Historia, atraído por la diversidad de costumbres y de mentalidad de los pueblos. A menudo el Romanticismo va unido al Nacionalismo, surgido como reacción frente a la uniformidad que trató de imponer el Imperio napoleónico.


El espíritu romántico

Los románticos desprecian el materialismo de la sociedad burguesa en que viven y su gusto reaccionario. Se convierten en revolucionarios que luchan contra las reglas académicas en busca de libertad y originalidad tanto en arte como en modales, traje y conducta, escandalizando a los burgueses con su «vida bohemia».

Aunque existe también un Romanticismo reaccionario que preconiza un retorno a la Religión y a los valores cristianos de la Edad Media frente al laicismo revolucionario.

El choque del idealismo romántico con la realidad materialista motiva que muchos románticos acaben con su vida mediante el suicidio, muriendo jóvenes.

El Romanticismo se expresa preferentemente a través de la literatura, la música y el arte, en especial en la pintura. Aspira a la obra de arte total.


La literatura romántica

Primera página de la obra Werther, de Goethe (1774).
Primera página de la obra Werther, de Goethe (1774).

En el Romanticismo los géneros preferidos fueron el lírico y el dramático, que no respeta las tres unidades aristotélicas (acción, tiempo y lugar) ni la de estilo (mezclando prosa y verso). También surgió el género de la novela histórica y la novela gótica o de terror, así como la leyenda. Se escriben también novelas de aventuras y folletines. Cobraron gran auge el estudio de la literatura popular (romances, baladas, cuentos tradicionales) y de las literaturas en lenguas regionales.

  1. El Romanticismo comenzó en Gran Bretaña con los poetas Blake, Coleridge y Wordsworth (Baladas líricas) iniciadores del estilo. Más tarde surgieron los poetas más célebres Shelley, Lord Byron (Don Juan) y Keats. En narrativa el escocés Walter Scott fue el creador de la novela histórica (Ivanhoe). Aparecen también las novelas góticas, llenas de espectros y fantasmas (El monje de Lewis).
  2. En Alemania el movimiento Sturm und Drang (tempestad y pasión), desarrollado en la segunda mitad del siglo XVIII, fue el precursor del Romanticismo alemán. En una primera fase entre 1797 y 1801 (Primer Romanticismo) destacaron los filósofos idealistas Fichte y Schelling, que con su idea del yo darán origen a la del genio individual, y los escritores Novalis y Hölderlin. En una segunda fase de madurez los autores más importantes fueron el joven Goethe (Werther), ya que en su madurez volvió al clasicismo, y Schiller que expresó el idealismo y el pesimismo románticos en sus dramas como Los bandidos y Don Carlos. El irónico Heine se puede considerar un postromántico.
  3. En Francia en el siglo XVIII, Rousseau fue un precursor claro al rehabilitar la pasión y el sentimiento, así como el amor a la Naturaleza (La nueva Eloísa). Chateaubriand, quién hizo una apología del catolicismo con su Genio del Cristianismo y se convirtió en el maestro de la nueva generación romántica tras la publicación de Atala, René y sus Memorias de ultratumba y Madame de Staël (Alemania y Corinne) encarnan el Primer Romanticismo francés. Ambos fueron enemigos de Napoleón y hubieron de exiliarse. En el Romanticismo pleno la poesía lírica y el teatro se liberan y rompen con las reglas y normas clásicas. El mayor representante fue Victor Hugo (Hernani), maestro de A. de Musset y A. de Vigny. El género dominante era la novela, que generalmente aparecía en forma de folletín en los periódicos. Las preferidas eran las novelas de aventuras (El Judío errante de Eugene Sue) y las sentimentales (las de George Sand). También alcanzó gran éxito la novela histórica con Alejandro Dumas (Los tres mosqueteros). Los mejores escritores se impusieron por su análisis de los sentimientos como Sthendal (La Cartuja de Parma o Rojo y negro). El gusto por la historia llevó a un notable éxito de público de algunos historiadores como Lamartine, Thiers y Michelet.
  4. En España hubo algunos precedentes ilustrados como Cadalso (Noches lúgubres) y J. Mª Blanco White, pero los primeros ecos del Romanticismo se producen con el debate surgido entre J. N. Böhl de Faber y los neoclásicos en torno a los nuevos postulados románticos. Los escritores liberales emigrados en Francia e Inglaterra entraron en contacto con el Romanticismo europeo e importaron la estética romántica a su vuelta a España tras la muerte del rey Fernando VII. En 1834 se inicia la década del Romanticismo pleno en el que el género más cultivado es el dramático: Martínez de la Rosa (La conjuración de Venecia), el Duque de Rivas (Don Alvaro o la fuerza del sino) y J. Zorrilla (Don Juan Tenorio). Larra es la gran figura en prosa. En la poesía destaca Espronceda (El Diablo Mundo), prototipo de poeta romántico exaltado y también Zorrilla (Leyendas), más moderado. Un Romanticismo tardío aparece en la década de los años sesenta con la obra de G. A. Bécquer (Rimas) y la gallega Rosalía de Castro (Cantares). El Romanticismo daría paso al costumbrismo de Mesonero Romanos y Estebánez Calderón.
  5. Otros países: En Italia la figura destacada es el poeta Leopardi (Cantos). Manzoni escribió una gran novela histórica (Los novios). En Rusia, Pushkin utiliza el ruso como lengua literaria por primera vez.


La música romántica

Beethoven
Beethoven

La música es el medio de expresión ideal del Romanticismo por su capacidad de transmitir pasión y sentimientos. Los compositores tratan de emocionar al público. Los medios favoritos fueron el piano, la orquesta, la ópera y el lied o canción. Se produce la incorporación de la música popular. Hay una explosión de colores sinfónicos y decae la música religiosa y de cámara.

El Romanticismo comenzó en Alemania con Beethoven, autor de grandes composiciones instrumentales de enorme riqueza, quién marcó con su influencia a toda una generación de románticos. En el pleno Romanticismo destacan los compositores alemanes, austriacos y franceses como Weber, Mendelssohn (Sinfonía escocesa), Schubert (Sinfonía inacabada), Schuman (Poemas sinfónicos), Liszt (Rapsodia húngara), Chopin (Nocturnos, Valses, Polonesas) y Berlioz (Sinfonía fantástica). La ópera alcanza su apogeo de la mano de los grandes compositores italianos: Rossini (El barbero de Sevilla), Puccini (Turandot, Tosca), Bellini (Norma) y Verdi (Aida). En el romanticismo tardío destaca el genio del alemán Wagner, que expresó con su música leyendas y símbolos (Tristán e Isolda, El Anillo de los Nibelungos), del noruego Grieg, del austriaco Mahler (Sinfonía nº 1) y de los grandes compositores rusos: Tchaikovsky, Moussorgsky y Rimsky-Korsakov.


Las artes plásticas

La balsa de la Medusa, de Gericault
La balsa de la Medusa, de Gericault

La arquitectura historicista recupera los estilos europeos anteriores como el Gótico en Inglaterra, Alemania y Francia y el Barroco en España. El Parlamento de Londres de Ch. Barry es un buen ejemplo de neogoticismo. A veces el eclecticismo historicista lleva a la realización de auténticos pastiches estilísticos.

Junto a estos revivals se da también un gusto por lo exótico (Pabellón real de Brighton, de Nash). El romanticismo gusta también de las ruinas.

Será la pintura la que alcance una mayor importancia en el Romanticismo. El pintor busca la expresión de sentimientos y la libertad de tema, de composición…. Gusta de los temas exóticos y dramáticos, de la composición dinámica y barroca y de una rica paleta de colores variados y pastosos. Los géneros más utilizados son la pintura de historia, el retrato y el paisaje. Estas son las principales características de la pintura romántica.

El caminante sobre la niebla, de C. D. Friedrich
El caminante sobre la niebla, de C. D. Friedrich

En Francia alcanza un extraordinario esplendor con Gericault (La balsa de la Medusa) y especialmente con Delacroix, muy influido por Rubens, que usa violentos contrastes de color en sus cuadros (La Masacre de Quios, La libertad guiando al pueblo, La muerte de Sardanápalo).

En Inglaterra sobresalen los grandes paisajistas: Constable, que se interesa por una naturaleza serena y luminosa (El carro del heno, La catedral de Salisbury) y Turner, quien capta la esencia del paisaje a través de la atmósfera, luz y color (Lluvia, vapor y velocidad, El Temerario). En Alemania el paisajista C. D. Friedrich (El caminante sobre la niebla, El naufragio de la Esperanza, La cruz en la montaña) se centra en una Naturaleza grandiosa, cargada de fantasía y misterio que crea incertidumbre y angustia existencial.

En España se cultiva preferentemente el retrato (Esquivel, Federico de Madrazo) y el paisaje (Pérez Villaamil). Hay también un costumbrismo bien representado por V. Becquer. Seguidores de los temas populares y de la factura libre de Goya fueron Alenza y E. Lucas.

   
 
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