Francisco de Quevedo
De Wikillerato
Francisco Gómez de Quevedo y Santibáñez Villegas nació en Madrid en 1580. Estudió en Alcalá y Valladolid. Participó en la política de su tiempo (fue consejero del duque de Osuna en Italia). Enemistado con el Conde Duque de Olivares, sufrió cuatro años de prisión en la cárcel de San Marcos de León. Murió en Villanueva de los Infantes (Ciudad Real) en 1645.
La obra literaria de Quevedo es de una enorme diversidad, pues trató de abarcar la mayor parte de los géneros vigentes en el Barroco. Así pues, escribió novela, relato corto, obras satíricas, textos doctrinales, poemas y piezas teatrales.
Tabla de contenidos |
Poesía
La primera parte de sus poesías completas fue publicada bajo el título de El Parnaso español, monte en dos cumbres dividido, con las nueve musas en 1648 por su amigo José Antonio González de Salas. Las tres musas últimas castellanas. Segunda parte del Parnaso español, fue editada en 1670 por su sobrino Pedro Aldrete Quevedo y Villegas.
Pese a que los asuntos tratados son de una variedad extraordinaria, pueden distinguirse, no obstante, cinco grandes apartados temáticos: el religioso-moral, el metafísico, el político, el amoroso y el sátiro-burlesco.
Poesía religiosa y moral
Es una lírica claramente contrarreformista y de un pesimismo típicamente barroco. Subraya la idea de muerte como lo único cierto en un mundo de apariencias.
Mediante los lugares comunes de vanitas vanitatum y tempus fugit, muestra la vida como cúmulo de vanos afanes entre el breve lapso de tiempo que media entre la cuna y la sepultura. A esta visión opone una moral estoica cristianizada en la que la prudencia y la entereza ante las calamidades de vida son la llave segura de una existencia digna y católica.
Poesía metafísica
Estos poemas toman una temática consagrada por la tradición (la vida, la muerte, el tiempo...) y, sin embargo, como sucede con los amorosos, Quevedo sabrá marcarles su impronta: tomará los tópicos y los usará para expresar unas vivencias, unos sentimientos y unas ideas personales.
Poesía política
En ella se plasma las preocupaciones quevedescas por España y la decadencia de su imperio. En realidad, estos poemas no son más que la expresión en verso de cuestiones ya expuestas en buena parte de su obra en prosa.
Poesía amorosa
Reanima el lenguaje y los tópicos renacentistas (petrarquismo, neoplatonismo y amor cortés) e introduce algún elemento novedoso, como la expresión directa y desgarrada, la inserción de giros y frases provenientes del lenguaje coloquial o el tema del amor más allá de la muerte.
Como es lógico, la mayoría de estos poemas tienen por objeto los sufrimientos de quien ama.
Poesía burlesca
Este grupo de textos es uno de los pilares más firmes en que se ha asentado la fama de Quevedo como poeta, porque en él es donde sobresale su ingenio.
Deforma la realidad mediante el conceptismo extremo. Ni instituciones ni tipos sociales escapan a sus críticas: el matrimonio interesado y desleal (tema del cornudo), diversos oficios (sobre todos médicos y boticarios), los literatos (son famosas las invectivas a Góngora y a su escuela) , los judíos conversos (a los que opone siempre su cristiandad vieja), los homosexuales.
A diferencia de en los otros tipos de lírica, aquí usa los metros populares en romances y letrillas. A destacar, en este grupo, las jácaras, romances escritos en jerga de germanía, que fueron famosos en su tiempo. Son esencialmente ingeniosos y carecen por completo de contenido moral, expresando tan sólo el placer que se toma al inventarlos.
Prosa
Tan importante -y nutrida- como su producción en verso es la escrita en prosa.
Podemos clasificarla de la siguiente manera:
Obras festivas
Como en los versos de ete mismo carácter, son escritos de ingenio, en los que los recursos conceptistas son muy usados y con los cuales se ridiculizan muchos de los vicios, costumbres y hechos circunstanciales de nuestro Siglo de Oro.
En este grupo se inscriben los siguientes títulos:
- Genealogía de los modorros.
- Origen y definiciones dela necedad.
- Capitulaciones matrimoniales.
- El caballero de la Tenaza.
- El siglo del cuerno.
- Premática de las cotorreras.
Novela picaresca. El Buscón
Fue publicada en Zaragoza, con el título de Historia de la vida del Buscón, llamado don Pablos; exemplo de vagamundos y espejo de Tacaños, en el año 1626, si bien seguramente se redactó entre 1603 y 1604 y se corrigió por última vez en 1609 ó 1614.
Se trata de una novela picaresca y, como tal, se ajusta al patrón establecido e incluso imitará algunos episodios de las obras que le precedieron en el género (Lazarillo de Tormes y el Guzmán de Alfarache). No obstante, Quevedo también innovó. Y lo hizo en los siguientes aspectos:
- Ausencia de moralización (la obra lo único que pretende es divertir y despertar la admiración).
- Tratamiento de los personajes (son como muñecos aislados que no establecen relaciones entre ellos, excepto Diego Coronel de Zúñiga, amigo desde la niñez de Pablos y al que el pícaro servirá como criado en Alcalá. Es el único personaje noble de la novela y encarna la alcurnia y el honor aristocrático).
- Estilo brillante e ingenioso con el que pretende asombrar al lector.
- La epístola es una pura fórmula vacía de contenido y funcionalidad concreta.
- Anula la dialéctica libre albedrío-predestinación, pues Pablos está predeterminado desde el comienzo a llevar un concreto modo de vida.
Obras satíricas y fantasías morales
En este grupo se recogen algunas de las obras en prosa más conocidas de Quevedo:
- Los Sueños: relatos breves en los que se critica diversos tipos sociales y costumbres de su época. Bajo estas sátiras subyace el tan quevedesco tema del desengaño y su característica visión pesimista de la vida, pero también una finalidad moral: conseguir que los hombres, al conocer y comprender los vicios denunciados, los eliminen de su comportamiento habitual.
- La Hora de todos y la Fortuna con seso es una serie de cuadros unidos por un breve hilo argumental consistente en la vuelta, por una hora, de la caprichosa diosa Fortuna a la sensatez. Los personajes que desfilan por esta obra pueden agruparse en dos planos: el "celeste" (dioses del Olimpo. Aparecen al comienzo y al final del texto. No les afecta la hora de sensatez) y el "terrestre" (no son personajes individualizados, sino que representan a un grupo, gremio o estamento del que se ridiculizan una serie de vicios).
- Discurso de todos los diablos.
Obras políticas
Al ser una de las pasiones de Quevedo, no debe extrañarnos que ocupen, por su cantidad, un lugar privilegiado dentro de su producción literaria.
En este grupo de textos caben desde el tratado profundo hasta la obrita circunstancial con la que pretende denunciar una situación concreta. De entre todas ellas merecen destacarse:
- Política de Dios, gobierno de Cristo y tiranía de Satanás, exposición del perfecto gobernante cristiano.
- Vida de Marco Bruto, comentario a la obra homónima de Plutarco con hábiles alusiones a la realidad política española de su momento.
Los restantes títulos son:
- Mundo caduco y desvaríos de la edad.
- El chitón de las taravillas.
Obras crítico-literarias
Conjunto de textos en los que -como courriera en no pocos poemas- Quevedo arremete contra sus más ilustres rivales literarios:
- Aguja de navegar cultos. Con la receta para hacer "Soledades" en un día.
- La culta latiniparla.
- Cuento de cuentos.
- Perinola al doctor Juan Pérez de Montalbán.
Textos filosóficos y ascético-morales
La nota más remarcable del primer grupo es el senequismo. En el segundo se incluye un conjunto de obras que van desde las biografías de santos hasta escritos puramente teóricos.
Títulos:
- De los remedios de cualquier fortuna.
- Sentencias.
- Nombre, origen, intento, recomendación y descendencia de la doctrina estoica.
- Epítome a la historia de la vida ejemplar y gloriosa muerte del bienaventurado fray Tomás de Villanueva.
- La cuna y la sepultura.
- Virtud militante contra las cuatro pestes del mundo: envidia, ingratitud, sobervia y avaricia.
- La constancia y la paciencia del santo Job.
- Providencia de Dios.
- Vida de San Pablo Apóstol.
Traducciones
Aunque inferiores a su producción original, también son importantes sus versiones al castellano de textos bíblicos y clásicos. De entre ellas señalaremos su Anacreón en castellano porque fue el primer intento de incorporar a la lírica de su tiempo un tipo de poesía que apasionaría en el siglo XVIII y las diferentes traducciones de Séneca, que le proporcionarán unas concepciones estoicas, fundamentales en su entramado ideológico.
Enlaces externos
- Obras de Quevedo en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
- Obras de Quevedo en Wikisource.
- Edición interactiva del Buscón.
- Portal de la Universidad de Santiago de Compostela dedicado a Quevedo.
- AA.VV. Aproximación a la poesía amorosa de Quevedo.
- AA.VV. Las sátiras de Quevedo y su recepción.
- Gastón Celaya. Desahogo emocional y humor grotesco en "El Buscón" de Quevedo.
- Pedro Correa. Glosas de Lezama al Quevedo satírico y burlón.
- Julie Lirot. La composición dinámica en Los sueños.
- Maricarmen Martínez. Dualismo metafísico e inmortalidad del alma en "Providencia de Dios" de Francisco de Quevedo.
- Juan Pablo Neyret. Polvo enamorado. Quevedo y el Barroco español en la poética de Joaquín Sabina.
- Song I. No. Los Sueños de Francisco de Quevedo: Pesadillas entre las perversas y las renegadas.
- Fernando Rodríguez Mansilla. "Émulo de Guzmán de Alfarache y tan agudo y gracioso como don Quijote". El lugar del Buscón en la picaresca.
- Sandra Romano. Notas sobre la influencia de la "Eneida" en algunos sonetos de Quevedo.
- J. J. Tato Puigcerver. Una nota sobre Quevedo, Copérnico y Galileo.
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