Restauración Europea
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# '''Rusia''', representada por el zar Alejandro I y su ministro Nesselrode, se convirtió en gran potencia al obtener la mayor parte de Polonia y conservar Finlandia y Besarabia. | # '''Rusia''', representada por el zar Alejandro I y su ministro Nesselrode, se convirtió en gran potencia al obtener la mayor parte de Polonia y conservar Finlandia y Besarabia. | ||
# '''Prusia''', representada por el ministro Hardenberg, adquirió el norte de Sajonia, parte de la Pomerania sueca, Posnania, la región de Thorn, Westfalia y la mayor parte de Renania. | # '''Prusia''', representada por el ministro Hardenberg, adquirió el norte de Sajonia, parte de la Pomerania sueca, Posnania, la región de Thorn, Westfalia y la mayor parte de Renania. | ||
- | # Gran Bretaña, la gran potencia occidental, estuvo representada por el ministro Castlereag. Se incorporó el reino de Hannover y consiguió territorios de gran valor estratégico: islas Heligoland (Mar del Norte), Malta y las islas Jónicas (Mediterráneo), Trinidad, Tobago y Santa Lucía (Antillas), El Cabo, isla Mauricio y Ceilán en la ruta de las Indias, con todos los cuales tenía el control de las rutas marítimas. | + | # '''Gran Bretaña''', la gran potencia occidental, estuvo representada por el ministro Castlereag. Se incorporó el reino de Hannover y consiguió territorios de gran valor estratégico: islas Heligoland (Mar del Norte), Malta y las islas Jónicas (Mediterráneo), Trinidad, Tobago y Santa Lucía (Antillas), El Cabo, isla Mauricio y Ceilán en la ruta de las Indias, con todos los cuales tenía el control de las rutas marítimas. |
# '''Francia''', la nación derrotada, que contaba con una nueva monarquía borbónica restaurada en la persona de Luis XVIII, consiguió figurar en el Congreso de Viena como gran potencia gracias a la labor diplomática extraordinaria de su ministro Talleyrand. Volvió a las fronteras que tenía antes de 1792 y se la rodeó de Estados-tapones: el nuevo reino de los Países Bajos (Bélgica, Holanda y Luxemburgo), Prusia engrandecida, Suiza (que recibe garantías con la declaración de neutralidad perpetua) y el reino de Cerdeña-Piamonte, que incorpora Saboya y Niza. | # '''Francia''', la nación derrotada, que contaba con una nueva monarquía borbónica restaurada en la persona de Luis XVIII, consiguió figurar en el Congreso de Viena como gran potencia gracias a la labor diplomática extraordinaria de su ministro Talleyrand. Volvió a las fronteras que tenía antes de 1792 y se la rodeó de Estados-tapones: el nuevo reino de los Países Bajos (Bélgica, Holanda y Luxemburgo), Prusia engrandecida, Suiza (que recibe garantías con la declaración de neutralidad perpetua) y el reino de Cerdeña-Piamonte, que incorpora Saboya y Niza. | ||
# '''Suecia''' se anexionó Noruega y Groenlandia. | # '''Suecia''' se anexionó Noruega y Groenlandia. | ||
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Estas decisiones significaron la hegemonía continental de Austria y la marítima de Gran Bretaña. Pero el nuevo mapa de Europa tenía errores. El Congreso de Viena sacrificó a los países débiles y menospreció las aspiraciones nacionales de algunos pueblos, dando primacía a los Estado dinásticos. De ahí la temporalidad de los acuerdos y el descontento permanente en Italia, Alemania, Polonia… | Estas decisiones significaron la hegemonía continental de Austria y la marítima de Gran Bretaña. Pero el nuevo mapa de Europa tenía errores. El Congreso de Viena sacrificó a los países débiles y menospreció las aspiraciones nacionales de algunos pueblos, dando primacía a los Estado dinásticos. De ahí la temporalidad de los acuerdos y el descontento permanente en Italia, Alemania, Polonia… | ||
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== La vuelta al Antiguo Régimen == | == La vuelta al Antiguo Régimen == |
Revisión de 13:57 25 nov 2008
- Para la restauración absolutista en España entre 1814 y 1820, véase Fernando VII: Absolutismo y liberalismo.
- Para la restauración borbónica en España entre 1875 y 1902, véase Restauración borbónica en España
Tras la derrota de Napoleón en Waterloo (1815) comenzó una nueva etapa histórica llamada la Restauración. Los monarcas absolutos fueron restaurados en sus tronos y los estados vencedores —Austria, Rusia, Prusia e Inglaterra— se apresuraron a organizar Europa de forma opuesta al sistema napoleónico. La Restauración se basó en tres hechos principales:
Tabla de contenidos |
El nuevo status territorial
El mapa europeo fue remodelado en el Congreso de Viena (1815), donde se reunieron la mayor parte de los representantes europeos a propuesta del canciller austriaco Metternich, alma del Congreso. Sus fines fueron aumentar el poder de los cuatro grandes estados vencedores de Napoleón y prevenir cualquier intento revolucionario y expansionista francés.
Sus resoluciones más importantes fueron:
- Austria, la gran potencia centroeuropea, obtuvo la hegemonía en Italia al recibir Lombardía y Venecia, con Istria y la costa dálmata, y conseguir la entronización de los Habsburgo en Parma, Módena y Toscana. Tuvo que renunciar a Bélgica, Posnania y la región de Thorn.
- Rusia, representada por el zar Alejandro I y su ministro Nesselrode, se convirtió en gran potencia al obtener la mayor parte de Polonia y conservar Finlandia y Besarabia.
- Prusia, representada por el ministro Hardenberg, adquirió el norte de Sajonia, parte de la Pomerania sueca, Posnania, la región de Thorn, Westfalia y la mayor parte de Renania.
- Gran Bretaña, la gran potencia occidental, estuvo representada por el ministro Castlereag. Se incorporó el reino de Hannover y consiguió territorios de gran valor estratégico: islas Heligoland (Mar del Norte), Malta y las islas Jónicas (Mediterráneo), Trinidad, Tobago y Santa Lucía (Antillas), El Cabo, isla Mauricio y Ceilán en la ruta de las Indias, con todos los cuales tenía el control de las rutas marítimas.
- Francia, la nación derrotada, que contaba con una nueva monarquía borbónica restaurada en la persona de Luis XVIII, consiguió figurar en el Congreso de Viena como gran potencia gracias a la labor diplomática extraordinaria de su ministro Talleyrand. Volvió a las fronteras que tenía antes de 1792 y se la rodeó de Estados-tapones: el nuevo reino de los Países Bajos (Bélgica, Holanda y Luxemburgo), Prusia engrandecida, Suiza (que recibe garantías con la declaración de neutralidad perpetua) y el reino de Cerdeña-Piamonte, que incorpora Saboya y Niza.
- Suecia se anexionó Noruega y Groenlandia.
- Alemania, a pesar del interés de los patriotas por conseguir la unidad nacional, se mantuvo dividida. Se creó la Confederación Germánica , formada por treinta y nueve estados que contaban con una Dieta y un ejército común. Estaba dominada por Austria y resultó bastante ineficaz.
- Italia también se mantuvo dividida: reino de Piamonte-Cerdeña, los Estados Pontificios, reino de Nápoles, reino Lombardo-véneto (en manos de Austria) y pequeños ducados vasallos (Parma, Módena y Toscana).
Estas decisiones significaron la hegemonía continental de Austria y la marítima de Gran Bretaña. Pero el nuevo mapa de Europa tenía errores. El Congreso de Viena sacrificó a los países débiles y menospreció las aspiraciones nacionales de algunos pueblos, dando primacía a los Estado dinásticos. De ahí la temporalidad de los acuerdos y el descontento permanente en Italia, Alemania, Polonia…
La vuelta al Antiguo Régimen
En la Restauración se intentó retornar al Antiguo Régimen y acabar con las ideas liberales generadas en la Revolución Francesa. La Restauración se basaba en los siguientes principios teóricos:
- Legitimidad: el gobierno de los Estados correspondía a las dinastías tradicionales cuyo poder, de origen divino, no podía ser frenado por una constitución.
- Responsabilidad: las relaciones internacionales debían estar dirigidas por las cuatro grandes potencias en conjunto.
- Equilibrio: entre las cuatro grandes potencias.
- Intervención: derecho de las grandes potencias a intervenir en los asuntos internos de otros países frente a cualquier amenaza liberal o nacionalista. Un ejemplo es el de los Cien Mil Hijos de San Luis interviniendo en España en 1823 para restaurar el absolutismo de Fernando VII acabando con el Trienio Liberal.
Pensadores destacados de la Restauración fueron De Bonald y Josep de Maistre. En este periodo se restableció el absolutismo y se volvió a la preponderancia de la aristocracia, que mantenía su enorme poder económico y social. La burguesía permanecía callada en general, ya que la paz y el orden convenían a sus negocios. Los campesinos y obreros, en su miseria, no constituían un peligro. El clero jugaba un papel fundamental de apoyo a la Restauración y contra las ideas revolucionarias. Sólo existía clandestinamente la oposición de los liberales y los nacionalistas.
Un nuevo sistema de alianzas
Se basaba en el mando conjunto de las potencias vencedoras en oposición al anterior mando único de Francia en la época de Napoleón. Las potencias se unían en Alianzas para mantener el orden en Europa; las más importantes fueron:
- La Santa Alianza, propuesta como un programa místico-religioso por el zar Alejandro I y firmada en 1815 entre Rusia (ortodoxa), Austria (católica) y Prusia (protestante). Se comprometían a instaurar gobiernos de naturaleza cristiana y patriarcal («alianza entre el Altar y el Trono») y a ayudarse mutuamente ante las revoluciones liberales y nacionalistas. En virtud del carácter divino de las monarquías y de su responsabilidad ante Dios asumía el derecho de intervención en cualquier país. Más tarde fue trasformada por Metternich , máximo exponente de los principios de la Restauración, en instrumento político. Fue la primera organización internacional de la época moderna.
- La Cuádruple Alianza, surgida al unirse Inglaterra al tratado dos meses más tarde. Era de un alcance práctico mayor y su principal objetivo era deshacer posibles revoluciones en Francia y mantener el equilibrio continental. Se trataba de un procedimiento colectivo para resolver litigios. Será el germen de futuras organizaciones internacionales posteriores.
- La Quíntuple Alianza se formó en 1818, cuando se admitió a Francia en la Cuádruple en el Congreso de Aquisgrán. Europa quedó regida de forma mancomunada por estas cinco grandes potencias: Austria, Prusia, Rusia, Gran Bretaña y Francia, que se reunían periódicamente en Congresos.
Este mecanismo internacional, llamado Sistema Metternich, actuaba como defensor de las monarquías absolutas frente al liberalismo. Los soberanos eran como «policías internacionales contra la hidra revolucionaria» en palabras del canciller Metternich, el árbitro de Europa durante la Restauración. Intervinieron con éxito en el Sur de Alemania, en Nápoles y en España (los Cien Mil Hijos de San Luis).
A partir de 1822, Gran Bretaña, la única potencia liberal, se distanció de las otras y comenzó a ayudar a los movimientos liberales de los pequeños países. A partir de 1830, Europa se hallaba dividida en dos bloques de países: el oriental (Rusia, Austria y Prusia) era absolutista, y el occidental (Gran Bretaña y Francia) era liberal.
Las revoluciones de 1848 pusieron fin al Sistema Metternich.
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